jueves, 31 de marzo de 2016

Etty Hillesum



Video que recoge algunas fotografías de la joven holandesa Etty Hillesum, judía de 27 años, que fue deportada y murió en los campos de concentración nazis. Sus diarios reflejan un proceso interior de estremecedora intensidad. Su testimonio intensamente personal, reflejo de una luminosa aventura espiritual que crea su propio lenguaje, a falta de referencias explícitas a toda tradición confesional, es también de una singular modernidad y anticipa lo que, muchos años más tarde, ha recibido el nombre de “teología de después de Auschwitz”. Y donde este video, muestra de manera fotográfica, su persona, amigos, familia así como algunos extractos de su diario, para finalizar recomendando el libro de Paul Lebeau, “Un itinerario espiritual”.

"El diario de Etty Hillesum: buscar a Dios en el Holocausto" por Leonardo Sequeiros

                                      Portada de uno de los libros dedicado a Etty Hillesum. EHOC.

(...) Etty elabora su propio lenguaje simbólico y místico. En esos tiempos de terror, como ella los califica, “ayudar a Dios, para Etty, es encontrarle un resguardo dentro de sí, ofrecerle hospitalidad, buscarle un cobijo en las personas sufrientes que encuentra, salvar un pedacito de Dios en los seres humanos…Salvar la existencia de Dios en la desventura. Ser huésped y amiga” (W. Tommasi); “Ayudar a Dios es ayudar al amor que no tiene más fuerza que su misma oferta” (González Faus).

En este sentido, es estremecedora esta oración:


“Corren malos tiempos, Dios mío. Esta noche me ocurrió algo por primera vez: estaba desvelada, con los ojos ardientes en la oscuridad, y veía imágenes del sufrimiento humano. Dios, te prometo una cosa: no haré que mis preocupaciones por el futuro pesen como un lastre en el día de hoy, aunque para eso se necesite cierta práctica… Te ayudaré, Dios mío, para que no me abandones, pero no puedo asegurarte nada por anticipado. Sólo una cosa es para mí cada vez más evidente: que tú no puedes ayudarnos, que debemos ayudarte a ti, y así nos ayudaremos a nosotros mismos. Es lo único que tiene importancia en estos tiempos, Dios: salvar un fragmento de ti en nosotros. Tal vez así podamos hacer algo por resucitarte en los corazones desolados de la gente. Sí, mi Señor, parece ser que tú tampoco puedes cambiar mucho las circunstancias; al fin y al cabo, pertenecen a esta vida…Y con cada latido del corazón tengo más claro que tú no nos puedes ayudar, sino que debemos ayudarte nosotros a ti y que tenemos que defender hasta el final el lugar que ocupas en nuestro interior…Mantendré en un futuro próximo muchísimas más conversaciones contigo y de esta manera impediré que huyas de mí. Tú también vivirás pobres tiempos en mí, Señor, en los que no estarás alimentado por mi confianza. Pero, créeme, seguiré trabajando por ti y te seré fiel y no te echaré de mi interior “(12 de julio de 1942).                                                           
Los diarios de Etty Hillesum


(...) Después de la violenta muerte de Etty Hillesum se editaron diversas ediciones de sus escritos, en especial de sus diarios. En castellano existen diversas traducciones, por lo general parciales y que han permitido llevar su pensamiento y su espiritualidad al público de habla hispana. 

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