Portada de uno de los libros
dedicado a Etty Hillesum. EHOC.
(...) Etty elabora su propio lenguaje simbólico y
místico. En esos tiempos de terror, como ella los califica, “ayudar a Dios,
para Etty, es encontrarle un resguardo dentro de sí, ofrecerle hospitalidad,
buscarle un cobijo en las personas sufrientes que encuentra, salvar un pedacito
de Dios en los seres humanos…Salvar la existencia de Dios en la desventura. Ser
huésped y amiga” (W. Tommasi); “Ayudar a Dios es ayudar al amor que no tiene
más fuerza que su misma oferta” (González Faus).
En este sentido, es estremecedora esta oración:
“Corren malos tiempos, Dios mío. Esta noche me
ocurrió algo por primera vez: estaba desvelada, con los ojos ardientes en la
oscuridad, y veía imágenes del sufrimiento humano. Dios, te prometo una cosa:
no haré que mis preocupaciones por el futuro pesen como un lastre en el día de
hoy, aunque para eso se necesite cierta práctica… Te ayudaré, Dios mío, para
que no me abandones, pero no puedo asegurarte nada por anticipado. Sólo una
cosa es para mí cada vez más evidente: que tú no puedes ayudarnos, que debemos
ayudarte a ti, y así nos ayudaremos a nosotros mismos. Es lo único que tiene
importancia en estos tiempos, Dios: salvar un fragmento de ti en nosotros. Tal
vez así podamos hacer algo por resucitarte en los corazones desolados de la
gente. Sí, mi Señor, parece ser que tú tampoco puedes cambiar mucho las
circunstancias; al fin y al cabo, pertenecen a esta vida…Y con cada latido del
corazón tengo más claro que tú no nos puedes ayudar, sino que debemos ayudarte
nosotros a ti y que tenemos que defender hasta el final el lugar que ocupas en
nuestro interior…Mantendré en un futuro próximo muchísimas más conversaciones
contigo y de esta manera impediré que huyas de mí. Tú también vivirás pobres
tiempos en mí, Señor, en los que no estarás alimentado por mi confianza. Pero,
créeme, seguiré trabajando por ti y te seré fiel y no te echaré de mi interior
“(12 de julio de 1942).
(...) Después de la violenta muerte de Etty Hillesum se
editaron diversas ediciones de sus escritos, en especial de sus diarios. En
castellano existen diversas traducciones, por lo general parciales y que han
permitido llevar su pensamiento y su espiritualidad al público de habla
hispana.
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Conmovedora Etty, cómo vive el dolor con ese gran amor y confianza en Dios!
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